Si esta vez no dices nada, pasará lo mismo; otra despedida vacia. Tú seguirás tu camino y yo seguiré el mío.
Antes tomaré un café, ¿Será lo mismo?
Tú detestas el café, igual que mi cigarrillo, ¿Tomarás un jugo? -Hoy agua está bien-
Juraría que no cambias, aunque has cambiado tanto...
No he tenido rumbo fijo, ni destino, ni un camino al frente que seguir; pero he seguido. Caminando he hecho mi camino. Al cruzar esa puerta, tu soledad como es costumbre va a nombrarme, y la mía; mi soledad, ya no puede ser más grande.
Y volverás a encontrarme,
y volveré a encontrarte.
-¿Desea algo señor?
-Me da un café por favor?, marrón grande, y agua mineral. Gracias.
-Espero a alguien.