martes, 16 de marzo de 2010

Poema de Cuna










Vine por ti en una luciérnaga,
las hadas hoy están de huelga.
Vine por ti cortando el viento,
cantando a susurros mis arrullos.

Me ha llamado tu cansancio
aún mojado de una ducha,
me ha pedido que te seque y que te cubra.
Con mi sábana vieja le relevo
espantando también al fulano sereno.

De mi imaginación te invito otra historia,
sin pies ni cabeza, pero vuela;
esta no es de amor ni de victorias,
esta es de una niña que sueña.

Y ahora que pronto cierras los ojos,
y que han huido lejos los miedos,
sigo peinándote de caricias con mis dedos,
obrando despacio con susurros en tu sueños.

Viendo tu rostro tan plácido
y tan tierno, me conmuevo,
mi corazón sonríe cuidándote el descanso,
creando un lugar seguro entre mis brazos.

Ya tu alma se habrá ido a pastar por otros mundos,
me aseguro que ese viaje sea profundo;
y con un dulce beso en la frente me despido,
a cabalgar con cuidado la luciérnaga
que yo también estoy casi dormido.