viernes, 31 de diciembre de 2010

Eterno











Son los miedos quienes quedan detrás,
la densidad se escurre,
y yo,
sigo.

Sigo;
sin llevar las puntas de los dedos
más adelante que el presente,
sin dejar los talones
más atrás que el presente.

Sigo,
ocurriendo como siempre debí hacerlo,
siendo ahora.
Eterno.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Habitarse











Hoy.

Me lavo la cara con el amanecer,
dejo al aire circular
en mí, se anima el despertar.

Lanzo mis brazos a derribar paredes.
Tuerzo mi cuerpo aflojando tuercas.
Libero las esclusas
y fluyo.

Abandonando,
lo denso corre con el agua al albañal.
Purificado,
floto hacia mí,
vibrando.

Aprendiendo a desactivar robots,
cuelgo los guantes*, y se hace silencio
cuando me escucho a lo lejos,
llegando.

Se hace luz en todos mis rincones
cuando una vez despierto, me habito.


*(el ego)

P.D.: "Ardentis Caninus Coquus Redemtum Carminis"

jueves, 18 de noviembre de 2010

Jugando con las sombras






















Un muro de roca,
siempre más y más espeso.
Hielo por aislante,
semblante de desierto.
Sangre fría, carne seca.
Neuronas extintas, verbo insensato y grotesco.
Temeroso a la soledad, cobarde a la compañía.

Sabor a sexo en los labios,
animal instintivo que castiga.
Dejadez que no cesa.
Permito a la sombra domine.
La sombra se hace ser, el deseo es sombra.
Me hago sombra, y me lo permito.

He desvirtuado mi esencia,
he profanado los rincones,
he saciado mis perversiones
y saqueado mis bondades.

Sin resistime,
bebo el veneno, y alucino.
Sin pensar,
creo en esta mentira, y la disfruto.

Juego a ser Bestia,
a devorar-nos,
a castigar-me y dominar-te.
Juego a ser Humano,
a experimentar,
a diferenciar y escoger.



Nota: Poema que data de mediados del año 2001, que cobra vida al ser descubierto entre las hojas finales de un antiguo cuaderno. Y aunque pasó por un par de pequeñas correcciones, es casi exáctamente una reproducción fiel del original.

martes, 16 de marzo de 2010

Poema de Cuna










Vine por ti en una luciérnaga,
las hadas hoy están de huelga.
Vine por ti cortando el viento,
cantando a susurros mis arrullos.

Me ha llamado tu cansancio
aún mojado de una ducha,
me ha pedido que te seque y que te cubra.
Con mi sábana vieja le relevo
espantando también al fulano sereno.

De mi imaginación te invito otra historia,
sin pies ni cabeza, pero vuela;
esta no es de amor ni de victorias,
esta es de una niña que sueña.

Y ahora que pronto cierras los ojos,
y que han huido lejos los miedos,
sigo peinándote de caricias con mis dedos,
obrando despacio con susurros en tu sueños.

Viendo tu rostro tan plácido
y tan tierno, me conmuevo,
mi corazón sonríe cuidándote el descanso,
creando un lugar seguro entre mis brazos.

Ya tu alma se habrá ido a pastar por otros mundos,
me aseguro que ese viaje sea profundo;
y con un dulce beso en la frente me despido,
a cabalgar con cuidado la luciérnaga
que yo también estoy casi dormido.