jueves, 18 de noviembre de 2010

Jugando con las sombras






















Un muro de roca,
siempre más y más espeso.
Hielo por aislante,
semblante de desierto.
Sangre fría, carne seca.
Neuronas extintas, verbo insensato y grotesco.
Temeroso a la soledad, cobarde a la compañía.

Sabor a sexo en los labios,
animal instintivo que castiga.
Dejadez que no cesa.
Permito a la sombra domine.
La sombra se hace ser, el deseo es sombra.
Me hago sombra, y me lo permito.

He desvirtuado mi esencia,
he profanado los rincones,
he saciado mis perversiones
y saqueado mis bondades.

Sin resistime,
bebo el veneno, y alucino.
Sin pensar,
creo en esta mentira, y la disfruto.

Juego a ser Bestia,
a devorar-nos,
a castigar-me y dominar-te.
Juego a ser Humano,
a experimentar,
a diferenciar y escoger.



Nota: Poema que data de mediados del año 2001, que cobra vida al ser descubierto entre las hojas finales de un antiguo cuaderno. Y aunque pasó por un par de pequeñas correcciones, es casi exáctamente una reproducción fiel del original.