domingo, 16 de febrero de 2014

Me voy a librar la guerra contra el miedo

Hoy 16 de Febrero he decidido participar en las protestas para liberar a este país y su pueblo de la opresión. Ya no puedo estar más sentado frente al computador observando distantemente cómo gallardos y valientes jóvenes levantan su voz para decir por mi todo cuanto guardo con rabia en mi interior. Ya llegué al llegadero.
Vivo diciéndole a mi esposa que no podemos acostumbrarnos a vivir con miedo, que nunca voy a aceptar la invitación de entrar con ella a la jaula que ha construido su temor. No nací para construirme una prisión, no nací para vivir en el terror, no nací para el silencio y la frustración, no nací para someterme frente a ningún argumento con el que no esté de acuerdo. Jamás un gobierno será dueño de mi mente, de mi pensamiento, de mis emociones ni de mi libertad.
Escribo esto con un gran nudo en la garganta y una opresión en el pecho como si me estuviera exponiendo a un gran riesgo. Quiero ver crecer a mi hijo, conocer que clase de ser humano lo guié a ser en un futuro, sentir el orgullo de haber podido hacer bien mi trabajo con él y heredarle un país en el que puede llegar a construir todos sus sueños. En lo último no lo he ayudado mucho, y ahora es el momento de actuar en esa dirección. Antes no tenía nada que perder, hoy mi mayor pérdida es que él me pierda.
Dejare que mi intuición me guíe, que mis valores sean mi estandarte y seré prudente para no exponerme innecesariamente.
Apertrechado de botas, un jean grueso, gorra y un pequeño botiquín de medicinas inicio este viaje hacia la defensa de la verdad, de lo correcto, me voy a librar la guerra contra el miedo.

Carlos J. Briceño M.