jueves, 29 de mayo de 2014

Tés

No hay una sonrisa que pueda extinguir de mi rostro mientras te miro descubriendo la mujer que eres y la que has dejado de ser.

Esa acuciosa mirada mía no necesita dar explicaciones, sólo necesita un poco de tiempo para que notes que aún está brillando. Tú intentas conversar, sofocando el nerviosismo de este nuevo encuentro, mientras de un lado a otro buscas incorporar las piezas para armar un par de tés; una astucia dilatoria que te guarda de acercarte demasiado.

Entretanto, se acaban las palabras y el tiempo se diluye en el silencio.

lunes, 26 de mayo de 2014

El Juicio - II

II La fuerza

Cómo escrito en el guión del destino, se abrió en mi día la ventana, el espacio y momento para hacer la llamada que quise hacer desde algún tiempo. Bien guardado en mi memoria estaba ese número telefónico. Determinado, haría la llamada tomando la iniciativa que me llevaría a la llave maestra que abriría cada puerta del claustro que ha sido mi prisión, que otrora habrían sido clausuradas. 
Frente a tal prueba no hubo ansiedad ni torpeza, ni resentimiento que detonara el viejo fusil frente al paredón; fue una honesta familiaridad la que con dulzura abrazo ese instante, siendo capitán de cada palabra, cada emoción y cada pensamiento. Años de preparación se convirtieron en la fuerza que necesitaría para enfrentar este momento, que se manifestó en ecuanimidad, nobleza, entereza e inteligencia; develando un antiguo yo en desuso pero restaurado y madurado en el elipsir del dolor.
Pronto comprendí que la ansiada reconciliación estaba en la punta de mis dedos, que cada esfuerzo pasado habían formado a ese nuevo actor que descubrí en mí, probado en la improvisación de una realidad que iba zurciendo las costuras rasgadas, una realidad que poco tenia de improvisada en mis vetustos delirios. 

IMAGEN: La Fuerza, Undécimo Arcano del Tarot 

jueves, 22 de mayo de 2014

El Juicio - I

Es hora

Desde que abrí los ojos, mi intuición pronosticaba un día extraordinario, y empezó por un extraordinario desayuno. Mediante las horas fluían, fluía también en mí, una extraña sensación que ya había sentido, que de cuando en cuando me embargaba. Ese extraño sentimiento de compasión y paz ya había hinchado mi corazón, venía a decirme que estaba listo para un evento increíble e inadvertido, El Juicio.
Y así como sospechaba que estaba ante la desarticulación de una antigua e intangible guerra, todas las señales apuntaban a que la inaudita restauración del orden natural de todo cuánto fue en la génesis de esta historia de amor, llevaba décadas tomando curso tras la escena de mis suposiciones. Sin embargo, todas mis más descabelladas fantasías y deseos fueron esculpiendo la realidad que está ante mí, la realidad que siempre anheló mi corazón.
Bienvenida sea la justicia divina.

IMAGEN: El Juicio, Vigésimo Arcano del Tarot

Pd: El juicio es la culminación de una larga historia de amor que se viene contando desordenadamente en este blog prácticamente desde sus inicios. Serán varias entradas las que le den pies y cabeza a este compendio de instantáneas que inicia con este post. Y aunque probablemente El Juicio en si mismo sea, por decirlo de algún modo "Un Final", es posible que se vaya paralelamente completando con otras entradas la gran historia, que sospecho muy pronto podrá ser ensamblada como un albúm que contiene un todo.

domingo, 16 de febrero de 2014

Me voy a librar la guerra contra el miedo

Hoy 16 de Febrero he decidido participar en las protestas para liberar a este país y su pueblo de la opresión. Ya no puedo estar más sentado frente al computador observando distantemente cómo gallardos y valientes jóvenes levantan su voz para decir por mi todo cuanto guardo con rabia en mi interior. Ya llegué al llegadero.
Vivo diciéndole a mi esposa que no podemos acostumbrarnos a vivir con miedo, que nunca voy a aceptar la invitación de entrar con ella a la jaula que ha construido su temor. No nací para construirme una prisión, no nací para vivir en el terror, no nací para el silencio y la frustración, no nací para someterme frente a ningún argumento con el que no esté de acuerdo. Jamás un gobierno será dueño de mi mente, de mi pensamiento, de mis emociones ni de mi libertad.
Escribo esto con un gran nudo en la garganta y una opresión en el pecho como si me estuviera exponiendo a un gran riesgo. Quiero ver crecer a mi hijo, conocer que clase de ser humano lo guié a ser en un futuro, sentir el orgullo de haber podido hacer bien mi trabajo con él y heredarle un país en el que puede llegar a construir todos sus sueños. En lo último no lo he ayudado mucho, y ahora es el momento de actuar en esa dirección. Antes no tenía nada que perder, hoy mi mayor pérdida es que él me pierda.
Dejare que mi intuición me guíe, que mis valores sean mi estandarte y seré prudente para no exponerme innecesariamente.
Apertrechado de botas, un jean grueso, gorra y un pequeño botiquín de medicinas inicio este viaje hacia la defensa de la verdad, de lo correcto, me voy a librar la guerra contra el miedo.

Carlos J. Briceño M.