Hoy abrí una caja que clausuré algún tiempo.
La clausuré, por miedo a verme dentro;
miedo a encontrar un cadáver descompuesto,
miedo a profanar un cementerio.
Hoy rompí los sellos,
limpié el polvo,
enfrenté al tiempo...
Cerré los ojos,
respiré muy hondo
y vencí al vértigo...
Mis ojos, profundo se conmovieron.
Tibio aún se halla allí el rostro del pasado,
en dulce descanso y todavía sonriendo,
con rubor en sus mejillas y perfumado aliento,
con ojos cerrados y sin miedo...
Ingenuo y sublime,
intacto y fresco.
Pd: Una inspiracion para sacar de alguna gaveta este viejo poema y compartirlo fue este excelente corto de Mario Viñuela - INEVITABLE ...Disfrutenlo
1 comentario:
Enfrentar el tiempo...
eso suena mejor que huir de el...
Lo amé carlitos, excelente de verdad..
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