lunes, 27 de noviembre de 2006

Nadie Entra


Silencio y vacío…
Sólo el eco del pensamiento
que vibra en el dolor y la pena.

Una despedida…
De dioses que parten al mito
para convertirse en recuerdos
de lo que pudo haber sido.
Fuimos un pasado grandioso.

Vacío y silencio…
Tu ausencia me busca para torturarme,
me aferro a tu recuerdo
sentado en la memoria
del dulce ayer que oscurece.

Ya habrás de odiarme,
ya habrás demolido nuestros monumentos
sepultando tu amor
para vivir sin penas.
Avivarás la ira y la rabia
como la pira que ha de cremar
tu tristeza.

Yo te recuerdo antes de ya no tenerte,
así te tengo.
Te traigo conmigo
como el amor que despertó
en el dulce adiós de un beso,
como una grabación reproducible,
un tatuaje animado.

Mi luto hace penumbra
cerrando ventanas y puertas.
De nuevo a la bóveda.

Nadie entra.



No hay comentarios.: