Aquellas palabras que se creian extraviadas y aquellas otras que esperan despertar...
miércoles, 29 de noviembre de 2006
Voy a escucharte
Voy a escucharte con mi silencio.
Todo cuanto tengas que decir,
cada palabra.
Voy a escuchar tus quejas.
Tus mentiras.
Tus malos entendidos.
Voy a escucharte,
aunque lo que tengas que decir,
sea ruido.
Aunque no hables conmigo.
Aunque estés distante.
Aún cuando el sonido no te asista.
Voy a escuchar tus gritos.
Tus lágrimas, llanto.
Tu desesperación, impotencia.
También tus maldiciones,
y bendiciones.
Enojo y serenidad,
amor y odio.
Indiferencia.
Escuchare nada,
si nada tienes que decir,
ninguna palabra.
Tus victorias escucharé.
Tus conquistas,
alianzas y chanzas.
Proyectos.
Tu ego y sus caprichos.
Saciando tu sed de atención
voy a escucharte.
Como si fuera mi único sentido.
Como si fuera mi pasaporte,
mi forma de ganar el pan,
mi afición,
mi destino,
escuchar.
La música de tu pecho,
y sus gemidos.
Tus colores,
paisajes,
aromas y sabores.
Sensaciones.
Intuiciones.
Tus viajes, mundos.
Fronteras.
Que quede claro,
a ti y a cualquiera,
que escucharé todo,
pero jamás, y entiende bien,
jamás escucharé tu silencio.
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